Esta es la primera vez que escribo en un blog. Y no lo hago por iniciativa propia, sino por que es la práctica que los alumnos de la asignatura Periodismo en red de la Universidad Carlos III debemos hacer durante el curso.
Nunca lo había hecho antes por que soy de ese tipo de personas que no se llevan muy bien con los ordenadores y la informática en general. No obstante, hoy en día resistirse al avance tecnológico es prácticamente imposible. Basta señalar el enorme y rapidísimo crecimiento de Internet, que ha pasado de tener 26 millones de usuarios en 1995 a 1018 millones en 2006.
Todo esto ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas y en la forma de relacionarnos con los demás. Antes para mantenerte en contacto con alguien lejano le dabas tu dirección postal, ahora se intercambia la dirección de Messenger o de correo electrónico. De esta manera aparecen nuevas redes sociales que tienen su reflejo en los servicios de social networking (My spaces, Blogger, YouTube, MSN Group…) que han crecido un 47 % en el último año y que permiten la creación de grupos que interactúan y participan en una gran comunidad virtual.
Estas comunidades de Internet son las que han dado lugar a la denominada Web 2.0, que Paul Beelen define como un servicio de actualización continuo que mejora a medida que la cantidad de usuarios aumenta, consumiendo y remezclando datos de diferentes fuentes. Así, hoy en día cualquiera con un ordenador y conexión a Internet puede comenzar a difundir información por el mundo, en forma de wikis, foros o blogs. Es lo que muchos llaman la democratización de los medios, pues todos tenemos la opción de participar.
Respecto a España, la realidad es que se encuentra a la cola de los países europeos con conexión a Internet, no obstante esta realidad puede cambiar con el paso del tiempo. La situación es parecida a la que se vivió con los teléfonos móviles; todos decíamos que nunca lo íbamos a tener, sin embargo, la penetración de la telefonía móvil en España alcanza el 91,8 % actualmente. Yo también dije en su día que no necesitaría un móvil, al igual que afirmé que nunca escribiría en un blog.
Nunca lo había hecho antes por que soy de ese tipo de personas que no se llevan muy bien con los ordenadores y la informática en general. No obstante, hoy en día resistirse al avance tecnológico es prácticamente imposible. Basta señalar el enorme y rapidísimo crecimiento de Internet, que ha pasado de tener 26 millones de usuarios en 1995 a 1018 millones en 2006.
Todo esto ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas y en la forma de relacionarnos con los demás. Antes para mantenerte en contacto con alguien lejano le dabas tu dirección postal, ahora se intercambia la dirección de Messenger o de correo electrónico. De esta manera aparecen nuevas redes sociales que tienen su reflejo en los servicios de social networking (My spaces, Blogger, YouTube, MSN Group…) que han crecido un 47 % en el último año y que permiten la creación de grupos que interactúan y participan en una gran comunidad virtual.
Estas comunidades de Internet son las que han dado lugar a la denominada Web 2.0, que Paul Beelen define como un servicio de actualización continuo que mejora a medida que la cantidad de usuarios aumenta, consumiendo y remezclando datos de diferentes fuentes. Así, hoy en día cualquiera con un ordenador y conexión a Internet puede comenzar a difundir información por el mundo, en forma de wikis, foros o blogs. Es lo que muchos llaman la democratización de los medios, pues todos tenemos la opción de participar.
Respecto a España, la realidad es que se encuentra a la cola de los países europeos con conexión a Internet, no obstante esta realidad puede cambiar con el paso del tiempo. La situación es parecida a la que se vivió con los teléfonos móviles; todos decíamos que nunca lo íbamos a tener, sin embargo, la penetración de la telefonía móvil en España alcanza el 91,8 % actualmente. Yo también dije en su día que no necesitaría un móvil, al igual que afirmé que nunca escribiría en un blog.
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